|
||
Cerrar esta ventana |
diciembre 1996-enero 1997
Agotada la edición impresa
Dibujo de portada: José María Guijarro.
PVP: 3,00€
SUMARIO
4 Horror en el hipermercado, o cómo construir un conflicto educativo.
12 Para cambiar la pedagogía del violín.
14 Claves del miedo escénico.
18 Instrumentos. El principio fue el viento. 2° parte.
28 Discos.
39 Relaciones musicales hispano francesas en el momento actual.
42 Palacios a bombo y platillo.
48 El ojo atento de Agustín Muñoz.
50 Mordentes.
54 Promúsica en todos los frentes.
56 Agenda de conciertos.
62 Publicaciones.
64 Convocatorias.
65 Cajón desastre.
Editorial
Una vez más, nos hacemos eco de la excelente acogida que los lectores reservan a nuestra revista. Las felicitaciones y mensajes de ánimo nos alientan a profundizar en una línea de trabajo que siempre hemos creído necesaria: informar de la manera más amplia posible a estudiantes, enseñantes y profesionales de la música, desde la independencia y con el tono crítico cuando es necesario, pero, sobre todo, hacer que la información circule en un sector que se encuentra esparcido geográficamente y al que, en consecuencia, le cuesta tomar conciencia de sus problemas y de su propia entidad como sector. Queremos seguir y profundizar en esta vía y, para ello, nos resultan muy valiosas todas las sugerencias y la comunicación con quienes han comenzado a identificarse ya con Doce Notas. Nos sigue resultando chocante la escasa comunicación recibida, que queremos estimular a través de los juegos propuestos, las invitaciones para manifestar cualquier opinión que, dentro de los límites de espacio razonables, serán atendidas en todo momento, los pequeños anuncios para particulares o, en fin. cualquier otra manera de establecer una relación no sólo con nosotros sino con todo un sector a través de nosotros. Imaginamos que esta timidez se relaciona con un cierto sopor instalado en el ambiente de la música y de la educación musical, y nos hacemos propósitos de insistir en invitaros a entrar en contacto con nuestra revista, sea en las fórmulas propuestas o en cualquier otra imaginable. Creemos que es así porque la respuesta hacia Doce Notas, en todas las maneras en que hemos podido percibirla, es realmente fantástica y nos llena de satisfacción comprobar que la idea que teníamos de una publicación musical informativa resultase tan ajustada a las necesidades y expectativas de un sector al que unimos nuestra suerte y nuestras mejores esperanzas.