Doce notas - Música y DanzaDoce notas - Música y Danza
 
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Doce Notas Nº 19 (ref1)


diciembre 1999-enero 2000

Ilustración de Portada: Gloria Collado , Madrid, nov. 1999

 

 

 



PVP: 3,00€

SUMARIO

Educación
      Dosier Madrid ante las transferencias
  5  Madrid, ejemplo y oportunidad, Jorge Fernández Guerra.
  6  Entrevista con Amador Sánchez, Director General de Centros.
  8  La scuola dei cantati, ossia el futuro de la Escuela Superior de Canto, Fernando Turina.
10  Conservatorios Profesionales de Grado Medio, entrevistas con sus directores, Vanessa Montfort.
12  Entrevista con Marisol Carretero, V.M.
14  ¿Qué es una Escuela de Música y Danza en nuestra Comunidad? Enrique Fuentes
16  Tres ejemplos de Escuelas de Música: Colmenar Viejo, Isabel Domínguez-Palacios; Alcobendas, Yolanda Sanchís; Ciempozuelos,   Eva Gómez Santos.
19  El déficit de la Capital, "Proposición de una Fundación Pública Municipal para la Enseñanza de la música", Grupos municipales
      S.P. y de I. U.
20  La música integrada, el centro "Padre Soler" de El Escorial, Pablo Sorozabal y APA. del C.I. "Padre Antonio Soler"
22  El proyecto MUS-E, José Alfredo Espinosa y otros.
24  El centro de renovación pedagógica, Eduardo Pérez Maseda
25  La música en la enseñanza no universitaria, Ana Alberdi, y otros
26  Coro de profesores y estudiantes, Iffigo Guibert; Orquesta Sinfónica de estudiantes, Gloria Collado

Instrumentos
27  Dosier fagot
      Historia, enseñanza, modelos, marcas, partituras
34  Entrevista con José Alberto Garijo, Jorge Fernández Guerra.
36  Novedades Yamaha

Otras secciones
38  Publicaciones
49  Mordentes, Juan María Solare
51  Discos
55  Actualidad y Agenda
65  Actualidad Centros, cursos y concursos
73  Cajón desastre
76  Boletín de suscripción
78  Pequeños anuncios

 

Editorial

La novedad más significativa de los últimos meses en el campo educativo viene determinada por los traspasos de competencias de la educación no universitaria a las comunidades autónomas que no contaban aún con ellas, es decir, aquellas que eran conocidas en los últimos años como territorio MEC (término, por cierto, apropiadísimo por su fascinante connotación de algo entre una reserva india y un rancho de bravos vaqueros fumadores de tabaco americano; lo echaremos de menos).

Esas transferencias incluyen toda la educación musical, como a estas alturas sabe cualquier lector de Doce notas y allegados. Y, como es lógico, las grandes palabras se han dado la mano con los nervios, y como es también lógico, el desembarco de responsabilidades habrá pillado a la mayoría de sus destinatarios en pañales, por más que -o precisamente porque- aseguren todo lo contrario. El peligro mayor de esta operación se sitúa, sin duda, en que reformas y cambios que esperan desde hace décadas y que se van aplicando mal que bien desde hace años sufran nuevas demoras sin más justificación que el que muchos de los nuevos mandarines comunitarios deban tener que aprender lo que a los emperadores estatales les había costado años.

Como en educación cualquier error o simple dilación se mide en generaciones, una o más de nuestras sufridas quintas podrían sufrir en sus frágiles carnes el exceso de orgullo mal empleado de tantos que ya apuntan la "necesidad" de inventarlo  todo dentro de la soberanía de su competencia. Si eso es así, y no faltan síntomas de ello, que no se nos cuenten tonterías, estaremos una vez más ante problemas de soberbia de poder. Lo cargaremos en nuestro dilatado cesto de desilusiones y es seguro que no destacará demasiado de tantas otras que han constituido el bagaje de nuestra vida musical. Pero se nos hará insoportable el que se busque un nuevo disfraz. Reformar la reforma, congelar planes ya elaborados, dilatar decisiones...

Todo puede ser posible en la resaca de poder de más de un decisor de la nueva geografía musical española. Para Doce notas es demasiado amargo que el festín de temas que podría avecinarse sea a la vez la frustración o el impás de nuevas generaciones. Estos son los riesgos.