Doce notas - Música y DanzaDoce notas - Música y Danza
 
 Cerrar esta ventana


Doce Notas Nº 32 (ref1)


Junio – septiembre 2002

En portada: Dibujo de Menchu Lamas para el cartel de la Fiesta de la Música en el Círculo de Bellas Artes, Madrid 21 de junio 2002



PVP: 3,00€

SUMARIO

Educación
6 Las Enseñanzas Artísticas en la ley de… ¿calidad? Equipo Doce Notas
9 Dosier Conciertos Pedagógicos. El amigo americano. Luis Gago
11 Barcelona, la labor callada de la ciudad condal. Núria Sempere
12 Entrevista a Fernando Palacios. Ana Serrano
14 Entrevista a Fernando Argenta. Ana Serrano
16 La Orquesta-Escuela de la Sinfónica de Madrid. Andrés Zarzo
18 Entrevista a Emilio Sagi. Susana Gaviña
20 Charla con Polo Vallejo. Susana Gaviña
30 Opinión. Despropósito y desprestigio de la implantación del grado superior en Madrid. Almudena Cano
31 En clave de estética, La historia no cambia. José Luis Nieto

Instrumentos
33 Gijón rinde tributo a la vihuela. Carlos González
35 Un nuevo clave histórico español. Rafael Marijuan
37 De vacaciones con el instrumento. J.A. Hernández y Alessandro Zara
40 X Congreso Bienal de Música Barroca. Miguel Ángel Marín

Otras secciones
42 Publicaciones: libros, partituras y discos
52 Actualidad
70 Agenda Festivales de Verano
72 Agenda de Madrid
75 Boletín de suscripción
77 El oro del Rin para los más jóvenes. F. Palacios / J. Gabán

Cuaderno de notas (en páginas centrales)
1 Fiesta de la música en el Círculo de Bellas Artes. Javier Martín Jiménez
4 Nuestros amigos saharauis. Elena Montaña
7 Cursos y concursos
14 No me lo cuentes, cántamelo. Elena Montaña. Mordentes. J. Mª Solare
15 Distribución y pequeños anuncios

Editorial
No es un secreto para nadie que se viven muy malos tiempos para la lírica. La música clásica –o incluso aquellas otras que se esfuerzan por bordear la banalidad- tiene poderosísimos enemigos, de modo general estos se podrían ejemplificar en los grandes medios de comunicación que postulan mensajes sin significados y entretenimiento traducido a valor comercial.

A las instituciones musicales clásicas la marea les ha pillado durmiendo el sueño de los justos y pocas podían sospechar que orquestas, teatros de ópera, auditorios y, en general, hábitos que definen el modo de vida de la cultura europea comenzarían gradual pero inexorablemente a quedarse sin público y a que el que quedara envejeciera sin contemplaciones. El fenómenos es internacional y las señales de alarma empezaron a sonar asimétricamente, pero un poco por todas partes.

En Espala, dado que la mayor parte de las instituciones musicales citadas son nuevas o novísimas, el fenómeno ha coincidido casi con su nacimiento y ha llevado a muchas a preocuparse por la ausencia de fórmulas para renovar o simplemente hacer nacer un nuevo público. Sea por necesidad o por el talento de unos pocos pioneros, el caso es que el fenómeno de los departamentos pedagógicos ha comenzado a correr como la pólvora por la España musical, encontrándose, incluso, con una ausencia de profesionales preparados; y es que ahora muchos se caen del guindo de que no es nada fácil ser buen pedagogo musical, animador infatigable, lo suficientemente culto como para que no se note, organizador de un departamento, inasequible al desaliento como para no caer en depresión cuando descubre que cientos de niños no sólo no saben quién es Beethoven (ni John Lennon) sino que no diferencian la música, cualquier música, del acondicionamiento sonoro de una consola de video-juegos.

De un modo u otro, todas las instituciones musicales se abalanzan ya sobre los pocos profesionales probados y anuncian que son sensibles al problema de la renovación del público. El debate está servido, los problemas urgen y las soluciones no tienen pinta de ser rápidas. De ello nos hacemos eco en nuestro dosier de educación.