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Educación 9
9 Reflexiones sobre el Centro Integrado de San Lorenzo de El Escorial. Isabel Domínguez-Palacios
14 Entrevista a Katalin Szekely, Guadalupe Caballero,
Opinión
18 Mordentes, Misceláneas sobre Pedro Sáenz y Sobre el género de la música electroacústica. Juan María Solare.
19 En clave de estética. La maleta. José Luis Nieto.
Instrumentos 20
20 Principales enemigos del instrumento: la madera y la carcoma (1ª parte). Jordi Pinto.
23 Noticias.
22 Juicio por estafa en la compra de una colección de violines. Núria Varela.
23 La adquisición de instrumentos antiguos y el fraude. Comúsica.
Otras secciones
26 Música y Medicina.
Fuentes sobre Medicina y Artes Escénicas. José Luis Linares.
A tono: Necesidad y utilidad de las pausas. Jaume Rosset i Llobet
30 Publicaciones: libros, partituras y discos.
38 Actualidad.
43 Agenda de Madrid.
47 Agenda Nacional.
52 Conciertos en familia.
Cuaderno de notas
(En páginas centrales)
1 La conversión de los conservatorios en escuelas de música. Bernard Ramírez.
4 Sobre los libros de lenguaje musical de Katalin Szekely. Judit Faller.
6 El problema del instrumento en la enseñanza por internet. Sergio Blardony.
8 Actualidad.
10 Cursos y Concursos.
14 No me lo cuentes cántamelo. Canción renovadora. Elena Montaña.
16 Distribución y pequeños anuncios.
EDITORIAL
El debate sobre el Lenguaje Musical sigue pendiente. Podría resumirse de la siguiente manera: todos entienden que primero se aprende a hablar y luego a leer y escribir. Durante siglos, los niños han entrado al mundo de la música de manera práctica porque la cultura musical era un continuo. No existía la educación musical generalizada, pero donde se practicaba la música, todos los que se interesaban por ella la conocían como experiencia, cantaban, tocaban, y luego los más interesados reforzaban su formación con prácticas de lectura, escritura y conceptos de cómo se hacía.
Esto daba como resultado las entrañables materias conocidas como solfeo, armonía, contrapunto, etc. Pero el mundo ha cambiado, se ha hecho muy grande y la experiencia musical se ha dilatado. Por ello no se puede suponer que la experiencia musical es previa a la entrada en una escuela musical. En este contexto, el viejo solfeo ha hecho estragos porque se intentaba enseñar una lectura y una escritura (rancias) a quienes ya no hablaban previamente el lenguaje de la música.
Los resultados han sido demoledores: existen numerosos profesionales de la música que tienen un alto nivel técnico de su instrumento y deficiencias de lenguaje, es como si hablaran el lenguaje de la música con acento extranjero; pero es más grave el daño que se ha hecho a muchos que sólo querían ser buenos aficionados y han salido traumatizados para siempre. El debate sobre el Lenguaje Musical es uno de los aspectos mejor planteados en la reforma musical de la LOGSE, pero su desarrollo depende de buenos profesores.
Por eso está siendo tan lenta la regeneración, porque éstos no abundan. Ni tampoco abundan los métodos y materiales para una práctica generalizada. Por esta razón hemos considerado tan trascendental la salida a la calle de la edición de unos libros dedicados al tema de una de las profesionales más destacadas, la profesora húngara Katalin Szekely, que lleva tres lustros haciendo apostolado de una materia en la que apenas hay fronteras entre la formación técnica y el amor a la música. En medio de tanta falsa noticia, ésta es una de las buenas y auténticas.
También es una buena noticia la reciente salida a la calle del número 12 de nuestro monográfico, Doce Notas Preliminares. Un aniversario que hemos querido celebrar por todo lo alto dedicando este número a reflexionar sobre el “doce” mismo y sus implicaciones en la música y la cultura. Queremos compartir con todos nuestros amigos la alegría por haber llegado a este “aniversario circular” con una publicación que no hace concesiones más que a la reflexión cultural y al diálogo entre lenguas (español y francés), entre disciplinas (música, artes plásticas y...), y entre la creación y la formación. Un éxito indudable en el que el lector ha tenido mucha participación.